Publicado: Octubre 15, 2025
Según datos del mercado internacional, el oro cruzó por primera vez la barrera de los US$ 4.000 por onza, impulsado por un aumento sostenido de la demanda y un entorno económico global altamente incierto.
"Cuando un activo refugio como el oro crece más de un 50% en el año, significa que los inversionistas están buscando estabilidad en medio de la volatilidad global. Este fenómeno también repercute directamente en economías exportadoras como la peruana", explica Milagros Torres, subdirectora académica de la Facultad de Negocios de Zegel.
El contrato de futuros de diciembre de 2025 alcanzó un pico de US$ 4.009 por onza. Este tipo de contratos permite fijar hoy el precio para transacciones futuras y refleja la expectativa de los inversionistas sobre el valor que tendrá el metal en los próximos meses.
Factores que impulsan el rally del oro
Según el World Gold Council, se trata del mejor rendimiento anual desde 1979. Este ascenso del metal dorado responde a diversos factores: la pérdida de fuerza del dólar estadounidense, tensiones políticas en Washington y un incremento en la búsqueda de activos refugio ante la incertidumbre financiera global. Durante septiembre, los fondos cotizados en oro (ETFs) recibieron más de US$ 17.000 millones, el mayor flujo mensual de su historia. En total, los activos gestionados por estos fondos ya suman US$ 472.000 millones, y las reservas físicas alcanzan niveles cercanos a los máximos de 2020.
Además, varios bancos centrales están impulsando la desdolarización de reservas y comprando mayores volúmenes de oro como parte de su estrategia de cobertura cambiaria.
Proyecciones al alza para 2026
Goldman Sachs elevó su proyección y espera que la cotización del oro alcance los US$ 4.900 por onza en diciembre de 2026, es decir, US$ 600 más que su estimación anterior. Los analistas coinciden en que el nuevo piso estaría en torno a US$ 3.500, un valor que parecía imposible alcanzar hace dos años.
La escalada también ha beneficiado a otros activos refugio: la plata acumula un 61 % de incremento en 2025, mientras que el bitcoin avanza un 30 %, en lo que algunos especialistas denominan "operación devaluación", una estrategia de inversión para proteger el capital ante la inestabilidad económica global.
Influencia global: política y tasas de interés
La reciente paralización parcial del Gobierno de EE. UU., que ya acumula una semana, ha incrementado la demanda por activos sin riesgo crediticio como el oro. A esto se suma la expectativa de recortes de tasas de interés por parte de la Reserva Federal, estimados en 25 puntos básicos en septiembre y otros 25 en diciembre. Estas medidas abaratan el costo de oportunidad de mantener oro y refuerzan su atractivo frente a bonos y acciones.
"Cuando la política monetaria se vuelve más flexible y los mercados entran en etapas de incertidumbre, el oro vuelve a consolidarse como refugio global. Actualmente, más del 30% de los inversionistas institucionales prioriza activos reales como parte de su estrategia de diversificación", señala Torres.
Con esta escalada, el oro se consolida como el activo más resiliente de 2025, respaldado por un escenario internacional frágil, un dólar debilitado y políticas monetarias más expansivas. Para países como Perú, esta coyuntura representa no solo un impulso económico, sino también una ventana para fortalecer su posicionamiento minero a nivel global.